Mi vida antes del aislamiento obligatorio

¿Que tal?, ¿Como estás?, Espero que bien. 

bueno antes que todo déjame presentarme, mi nombre es Jairo Agudelo,nací en ciudad bolívar de Antioquía y la mayor parte de mi vida la eh vívido en el campo, ahora mismo vivo en la ciudad de Itagüí pero eso no es lo importante. 

Quería dar a conocer mi vida antes de que el aislamiento obligatorio se implementará en el país.

Mi vida era una vida rutinaria, poco relevante la verdad, ahora que lo pienso es triste ver lo que hacía pero es la realidad. mi día empezaba con un despertador a las 9:30 A.M, dependiendo si tenía medía Técnica o no, ya que cuando la tenía madrugada a las 6:00 A.M y con todo eso siempre era el último en llegar a clases. En la mañana lo primero que hacía era bañarme y dedicarme al teléfono en el resto de tiempo que tuviera (por eso lo de antes de que me siento triste), a las 12:25 salia de casa para ir al instituto, muchas veces llegaba tarde y pues la verdad no tenía escusas.

Ya estando en la jornada académica me desempeñaba bien, soy atentó a las clases y respetuoso con los profesores, bueno en alguna ocasión mi rabia o soberbia me superaba y llegué a faltarle el respeto a tres profesores, la verdad me daba vergüenza después ya que entraba en razón, pero yo tengo un gran problema con lo que respecta a mí carácter, ya que cuando me da rabia es muy díficil controlar mis impulsos y mi soberbia igual, pero estoy aprendiendo a controlarlo poco a poco.

Luego de salir de clases asistía al gimnasio en el que me inscribí con un amigo, nunca iba solo, me daba pena ir solo( una gva total), cuando el dejo de asistir yo también lo empecé a dejar, con el tiempo fuí perdiendo poco a poco mi progreso y me sentía mal por eso ya que estaba consiguiendo un cuerpo saludable y que me hiciera sentir bien.

Los fines de semana me la pasaba con mis amigos, hacíamos fiestas, asistíamos a 15's, discotecas... Y cuando teníamos pereza muchas veces nos sentábamos hablar.

También asistía a clases con unos compañeros de grupo en el que nos reuníamos con un profesor del colegio, en la cuál nos enseñaba temas que no entendieramos o temas nuevos.

En fin, esa era mi vida antes del aislamiento obligatorio, era una vida rutinaria, sin muchos propositos, pero alegré.